Este año el Slam Dunk Festival fue todo lo que podíamos haber pedido. Ruido. Sudor. Una locura en el mejor sentido.
Estuvimos presentes tanto en Hatfield como en Leeds, y desde el momento en que se abrieron las puertas, todo fue un caos. Del bueno. Miles de personas corriendo hacia el escenario principal, bebida en mano, eyeliner corrido, listas para gritar hasta quedarse sin voz. Y nosotros justo en medio de todo eso, con calcetines, pegatinas, risas y la voz destrozada para cuando llegó el domingo por la noche.
El cartel de este año fue una bomba. A Day To Remember, Neck Deep, Electric Callboy, The Used, Finch, Hot Milk, Wargasm, Alkaline Trio, Less Than Jake... temazo tras temazo, escenario tras escenario. Si no perdiste la voz, ¿realmente estuviste allí?
Lanzamos una colaboración edición limitada solo para el festival. Colores llamativos, actitud atrevida, hechos para saltar, bailar y sobrevivir al pogo. A la gente le encantaron. Algunos literalmente se cambiaron los calcetines delante de nosotros porque no podían esperar. ¿Esa energía? Es la que nos da vida.
Y claro, la colaboración con Slam Dunk no fue lo único que voló. Nuestro stand estuvo lleno de gente pillando Kaiju Kings, Ghostbusters, clásicos de siempre y hasta algunos diseños nuevos que llevamos a escondidas.
Pero siendo honestos, más allá de las ventas o de los lanzamientos, lo que más se nos quedó fue el ambiente. Slam Dunk no es solo música: es la gente. Te cruzas con caras conocidas del año pasado, conoces nuevas, compartes obsesiones por bandas y de repente tú y un desconocido lleváis los mismos calcetines en medio del circle pit. Pasa así, y es brutal.
Charlamos con fans, bandas, fotógrafos y un montón de personas que descubrieron American Socks por primera vez. Las conversaciones, las risas, las historias... son lo que de verdad hacen especiales estos fines de semana.
Así que si pasaste por allí, saludaste, te llevaste un par, sacaste una foto o simplemente gritaste a nuestro lado durante una crisis, gracias. Tú hiciste que Slam Dunk 2025 fuera lo que fue.
Volveremos.